La noche ha llegado con su negro manto,
La Luna pinta de plata, las olas de los mares lejanos,
Y cual gotas de rocío, brillan las estrellas en el firmamento.
Mientras, en mi piel, enciende tu pasión una fogata,
Que se expande al sentir tu viril cercanía.
Y solo la extingue el agua de tu boca.
Impacientes por llegar hasta tus labios, están miles de besos,
salir en tropel ansían, para recorrer entero tu cuerpo,
Y en un descuido impetuoso, anhelan absorber tu masculinidad bajo la Luna.
Por ti, se apoderaron de mi cuerpo, el deseo y la pasión,
Y entre satinadas sábanas blancas, los mitigarás….
Provocando con tu fuego... la lluvia de mi vientre.
Claudia Alhelí Castillo
30-07-13