lore58

El grito de la tierra

 

 

Te retuerces de dolor Tierra,

gritas tu amargura y extiendes tus puños hacia el cielo.

Tus latidos se abren en  dos por momentos.

Tiemblan diferentes partes de tu organismo y pares con  tortura todos tus lamentos.

Hemos saqueado los oropeles de  tus pies leñosos

y arrancado tus tupidas cabelleras de pétalos,

pisoteado las frondas que tapizaban tu piel

y envenenado el céfiro que hacía volar a los pájaros.

Ya no eres la risueña cañada nodriza 

por la que manaba el elixir  de la melaza, 

ni la gran vena de los mil perfumes y colores,

que expandías en el viento con tus saltos de gacela.

A la fuerza hemos hecho que ciñas corona y báculo

de rendida y mancillada reina del cenagal.

Se deshace gota a gota tu silueta austral de escarcha

y los mares crecen con zancos de tiniebla e invierno.

Aúllas Tierra, como una loba en celo;

muestras tu cólera con dolorosos estremecimientos

y anegas con gruesas lágrimas tus pechos y tus rodillas.

Buscas de nuevo recuperar el amor y la autoestima

que estos dioses de sangre y barro te negaron.

¿Hallarás por fin la comprensión del humano?

¿Te tenderá por fin su mano?

¿Se ablandará su corazón?

¿O morirás reseca y malherida

arrastrando contigo a estos mal nacidos hijos

que te maltrataron y no supieron entender tu gran amor?