HERMINSON YULE RIASCOS

EL GRAN ANIMAL

Las aves se levantron en pleno, azoradas

 inundaron el cielo de algarabía y plumas.

Sintieron gran escozor en su corazón

buscaron refugio en ese eter

que siempre les ha dado una visión

inmejora de cuanto sucede.

Los otros animales, aquellos

incapaces de dominar el aire

se fueron adentrando en lo más

intrínseco de la montaña o en el

fondo de sus antañosos dominios.

Parecería ser un dinosaurio, un gigante

mitológico algo bien, pero bien grande

capaz de causar tal estupor.

Rodaba por el aire un sonido antes

nunca escuchado que no cesaba,

escapaba humo por diminutos carrillos

 y uno que otro animal diminuto

que emitía insabidas cosas

con un raro dialecto mientras

el bosque se caía a pedazos,

como un castillo de arena.

Había llegado un velocidestructor

llamado HOMBRE.