Insospechable suspiro
No existe cosa más excelsa que mirarte
Sentir el edén saltando desde ti
Por cada milímetro un destello inigualable.
Nada se le parece a tu alma,
A esas alas, esos ojos salpicados de luces.
Los labios tuyos pronunciando el amor
Mis oídos invadidos de encanto y suspiros,
Cosa más rara y perfecta la palabra tuya
Cuando de tu boca salen tribus de jazmines.
Podría repetir y aburrir al mundo de Becker,
Una y mil veces, y otras tantas más,
Que tú eres poesía mujer
Desde tus ojos al fondo
Desde el alma inhabitable e inalcanzable,
Desde tus urbes y tus templos,
Desde tus bosques y tu selvas,
Desde los símbolos que marcan tu cuerpo
Toda esa cosa tuya, cada detalle es un monte
Una fauna y una flora insospechable
Y yo, un simple mortal para tanto beso celeste,
Un singular de carne y hueso
Un ordinario mamífero con cerebro
Un nativo de los partos energéticos
Soy un alma también, dispuesta hasta la muerte,
Algo no tan lleno ni tan vacío como para enredarse
Y amarte más allá del amor superfluo
Hasta derretir en vosotros un solo infinito.