Kabalcanty

LA CADENA INDUSTRIAL

- LA CADENA INDUSTRIAL -

 

 

Su discurso fue brillante.

Todos esperábamos que así fuese,

él también.

Luego, más tarde,

cuando los aplausos

deslucieron su porte

y volvió a sospechar de su sombra,

se refugió, hasta el próximo discurso,

tras el cristal opalescente

donde defecaba sus dudas.

Jamás supimos de hedores:

la ingeniería a su servicio

sublimaba sus miserias

con abono para fecundar campos

de hoja empática muy rutilante

que daba trabajo a miles de manos,

que escuchábamos los discursos

y que los recibíamos brillantes,

tal y cómo se esperaba.

 

Kabalcanty©2012