Aquella noche de placer
la que los dos quisimos
sentir y tener.
Era calor creo, era mayo
o junio, mejor casi mi cumpleaños,
y te pedí de regalo un poema
y para dejarlo sentir,
lo vivimos…
como se vive un amor apasionado
caliente entre los brazos
llenos de amor…
Fue bello, más que bello,
porque nos tuvimos esa noche
no sé si fui yo, o fuiste tú,
el que empezó el beso
y se fue prologando
hasta sentirnos.
Y nos dimos cuenta
que para amarnos no había distancias
ni límites y con fuego sellamos el amor.
Nos atamos con listones azules
nos besamos como azucenas
y nos envolvimos en besos.
Era tarde, ¡muy tarde amor!
Y no queríamos despedirnos
=vi lágrimas en tus ojos
y no supe que decir=
Aquella noche de placer
sabía a sentirnos y a tenernos.
fue lo más bello para mí…
ser de ti.
De ti, solo de ti, en un tiempo
que solo los dos nos dimos.
Si, fue aquella noche de placer
que nunca olvidaré.
Ya no estás pero,
¿Quién borrará ésa noche?
¡Más nadie, amor mío!
Porque los dos nos tuvimos,
nos sentimos y nos amamos
aquella noche...
Alicia Pérez Hernández
-No es la pluma la que escribe es el alma-