qué deparan en esta noche las musas
cuando logrado está el silencio
tanto rumbo abierto por estos ojos de sierpe
que cerrados conducen mejor la carga
hacia comarcas que nadan
sobre un campo orbital y silente
descienden aquellas dríadas
con mi cabeza de trofeo
y las manos asidas al poema
adónde / cómo
estas dulces ninfas
me llevarán
ahora que pude abatir
la ansiedad
y el eterno dilema
ahora que soy llama casi azul
temblando en la vigilia