Bailo y la vida se sonríe
un pétalo acaricia mi faz.
El espejo, ya no me dibuja,
una sombra tomó mi lugar.
Sólo puedo reflejar rumbos desconocidos,
estrellas que se enlazan con el brillo de los cielos.
Mis ojos, ya no son conductos de los objetos.
Mis pupilas destellan mundos nuevos.
Mi corazón desvela misterios.
Tengo fuerza porque he vencido al miedo.
Me aventuro porque amo.
Amo porque veo;
No hay nada que yo pueda hacer,
No existe nada que se pueda cambiar.
Lo que se transforma es la mirada,
y no el paisaje a observar.