Va buscando y nada encuentra,
se agobia, se desespera,
nadie se interesa
y lo que malamente ofrecen
es con remuneración de ofensa.
“No hay vacantes,” le responden,
los días pasan sin solución,
y una familia espera sustento,
del producto de su labor.
“Tal vez mañana,” se dice en silencio,
“algo he de poder encontrar”
y así...pensando ...pensando...
sabe bien que no habrá de otra,
tendrá que dejarse explotar.
Acepta con desgano ese destino,
un mísero salario devengar
para poder al menos unos días
a su prole alimentar.
La existencia así es muy dura,
el ánimo a veces decae,
de otros ha sabido que
no lo han podido soportar
y en terrible depresión
su vida han preferido tomar.
Hay muchas formas de asesinar,
el acaudalado ha de saber
que su riqueza es inmoral;
cuál es el resultado final
del constante acumular?
Pobreza en la humanidad!
Y aquel que a otro explota
en su conciencia lo ha de cargar,
tarde o temprano esa deuda
muy caro le va a costar.