A tal momento el silencio
nos brindo en aquel rincón
de testigo era el cielo
el confidente de lo dos
al Enfocar en mis ojos
tu exquisita desnudez
fui enlazando el antojo
y el aroma de tu piel
mientras besabas mi mente
te guarde en mi existir
y la suavidad del ambiente
nos regalaba lo sutil
Y deje caer tu blusa,
no importo que fuera hecha de seda,
nos besamos hasta el alma,
y ese momento no fue cualquiera,
te ame, me amaste y el momento se dio
Caí en cuenta lo que sentí era amor,
el momento perfecto
admirarte a contra luz
lo que siento en el pecho
ahora me importas solo tu.