Uno mismo está completo hasta en la más profunda soledad.
La soledad no es desolación.
Somos vida, y ésta por sí misma es completa y se explica.
No necesitamos nada ni a nadie,
la conexión entre dos mundos, se debe dar por simple alegría y amor,
de hacer un viajecito por otro planeta.
En un mundo donde tapamos nuestro vacío rodéandonos de personas y objetos,
Es necesario ese momento,
De profunda soledad y silencio.
Al fin y al cabo,
pese a todos los mundos que vayamos a peregrinar,
por todos siempre de paso vamos a estar.
Siempre estaremos en nuestro planeta,
aunque lo querramos ignorar,
en él vamos a tener que habitar,
el resto de nuestra consciencia.