Vuelve a mi pecho helio papilio,
devuelvete a la ola del sol de la que te has arrancado,
vuelve para quebrarme las pupilas
y quemar la superficie de las aguas
al ritmo de la danza de las anémonas
y el rizo de las algas marinas.
devuélveme el llorar de tu pelo,
la boca, la rima y el beso.
que aveces siento el deseo y el gotear de la lira,
la estación del insomnio bostezando acostado en la luna
y el desfilar de las horas,
la nación de tus lagrimas y sedientas golondrinas.
devuelvete a mi piel mariposa de fuego
no hagas venganza de tu ausencia
que se me hacen fatales las horas sin sueño
y tan creíble tu inexistencia.