Dicen las malas lenguas
Que ella le fue infiel
Que traiciono su cariño
Malogrando su querer
Culpable la noche aquella
Que en su adicción al juego
El aposto la vida
En un arrebato ciego
Ahora vaga borracho
El alcohol es su alimento
Maldiciendo día a día
A su amor y su tormento
Las cartas le fallaron
Hizo una mala jugada
Le cambiaron las piezas
Y perdió la jugarreta
Iba a pagar el precio
Lleno de angustia y temor
Pero ella se adelanto
Como Cristo fue al madero
Su vida por el entrego
Morir duele menos
Que la muerte aquella
Pues entre sabanas blancas
Se entrego su princesa
La vida, de igual manera perdió
Cuando ella se ofreció
A pagar con su belleza
Entre besos y caricias
Su estúpida apuesta.