Mi corazón será tu tumba
para no dejarté morir,
te dejaré coronas llenas de besos.
Te daré mil ramos de rosas
y en cada una de ellas
miraré a las estrellas
quien en pensamiento
me acercan a ti.
Te encenderé mil luces
con mi amor ardienté
que la muerte nunca apagó.
Rezaré poemas
y cantaré con salmos tus versos de amor,
lloraré mil lunas
de recuerdos de amor.
Navegaré espacios,
donde mi amor te encuentre
y te dejaré el perfume de mi piel
para que me vivas...
en la eternidad de tu deseo de mí,
donde la vida corto nuestros sueños.
Mi corazón será tu tumba,
tu nombre será sepultado
en mármol de amores
donde dejaré caricias
y un amor sin medida.
No habrá tiempo ni espacio
que me haga olvidarte.
Mi corazón será tu tumba
para que no mueras nunca,
hasta que el destino
nos junte en el infinito,
en el infinito cielo de tus versos,
versos que con amor me dedicaste,
y que ahora los leo a tu recuerdo.
Nunca olvidaré que un día me amaste.
-Salvador te amaré hasta el cielo de tu cielo eterno.
Alicia Pérez Hernández
-No es la pluma la que escribe es el alma-