¿Quién eres tú, mi bella dama,
que con tu brillo encegueciste mi mirada?
apareciste como la luna plateada
en mi noche serena
en mi luz de vida llena
apareciste allí, donde había nada
¿Quien eres tú, mi bella dama
que sin saber quien eres me derramas?
allí estás, como un sol en llamas
entibiando el alma
encendiendo la calma
allí te busco, como al verano las retamas
solo sé de ti unas cien palabras
pero tus ojos me dicen mil vidas
y mi alma te busca soñando a escondidas
sueña que se despierta
y allí tu existencia es cierta
allí, donde las penas viven dormidas
Por eso dime quien eres tú, mi bella dama
pero dímelo en silencio, sin prisa
porque tú eres suave y tibia brisa
y que sin mediar razón
embriagas mi corazón
manantial de eternidad tus labios y tu sonrisa