Manos callosas por arduos trabajo;
ladrillos de ayer recuerdo respira
paredes húmedas despliega su ira,
pintada actual, borran a los de abajo.
¿Qué puede perder el que no ha tenido
nunca? Calle contaminada ausencia
de sueño, boca mutis nada anuncia,
léxico en disgregación contenido.
Los de sin palabra en vieja muralla
dejó en leyendas su disconformidad,
desbastada esperanza y la intimidad
sometida; aciaga autócrata, calla.
Se perdió una batalla y ó, la guerra.
Perdiendo todo; él abonó su tierra.
El señor de los fierros
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Continuará caminando por sus calles de luz contaminada, en páginas donde los versos lo recuerdan…