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180 EL AMOR... DEL CAMINANTE...

 

 

Caminando reiniciaron los versos  que escaseaban.

La risa con convicción actuó con la profesión.

Despertaron las canciones, para iniciar el amor.

 

Caminando se sanaron su corazón y su alma.

Su vida que estaba anclada, en un girón re-inició.

Su luz que era sin destellos, su recinto iluminó.

 

Con la plegaria en verano el sol más calentó

para regar en sus ojos las luces con más pasión

al despuntar ese día con más ardiente candor.

 

Caminando se encontraron las vivencias en cuestión.

Las esmeraldas pintaron la esperanza en colación

de sus ojos la alegría y de sus labios el coral

brindase con porfía en besos en fresca reconciliación.


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