Caminando reiniciaron los versos que escaseaban.
La risa con convicción actuó con la profesión.
Despertaron las canciones, para iniciar el amor.
Caminando se sanaron su corazón y su alma.
Su vida que estaba anclada, en un girón re-inició.
Su luz que era sin destellos, su recinto iluminó.
Con la plegaria en verano el sol más calentó
para regar en sus ojos las luces con más pasión
al despuntar ese día con más ardiente candor.
Caminando se encontraron las vivencias en cuestión.
Las esmeraldas pintaron la esperanza en colación
de sus ojos la alegría y de sus labios el coral
brindase con porfía en besos en fresca reconciliación.
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