Disfrazadas promesas
Busca entre aquellas azules horas
las promesas de un engañoso cuerpo,
mientras persigue repuestas
en medio de una soledad abrazadora
y de un dolor le que quema
su lozana alma.
Habla entre sollozos,
con el duende
de los sueños e ilusiones,
entretanto se le van diluyendo los días
y las noches en un sueño ilusorio,
que se llevó volando el viento de
las mentiras de aquellas aciagas horas.
Nefasta la mirada de aquel hombre
que con mentiras
se adueñó de su blanco y virgen cuerpo,
dejando una semilla clavada
en su plano vientre,
y en una espera eterna
el regreso de aquel amor ausente,
que le juró amarla hasta la muerte.
Profunda fue su entrega
a aquel amor farsante,
sin códigos, ni éticas,
que le dejó latiendo en su joven matriz
un nuevo ser,
rompiendo sus juveniles
y hoy lacerados sueños.