LXIV
Sabemos que Dios ama y no mide
Que se va a la sombra y regresa
Sin dejar de amarnos inmediato
Corremos por los campos como ríos
Pero nosotros soñamos sin saber
Si la fe nos pesará en los brazos
Camuflada en el cruce del andén
Por la calle que descansa lenta
Tan sólo anteponer el universo
Nos permite saquearle al Tiempo
Las flores del pasado victoriosas
Mientras tanto aleja del olvido
Todo lo que veas pueda amarte
Porque sólo será una historia