Andra

Horas…

Horas…

 

Le quise poner mas horas al día y a la noche para estar contigo, pero el tiempo es, como un ósculo que embriaga y luego corre semidesnudo... Curiosamente él me observó con sus pasos languidecidos…  Observado desde lo alto por un cielo negro y una luna arropada de grandes cúmulos… Asolapada su esencia colgando de una cima, lo vi sereno, casi orgulloso ¡Tan completo!… Quise, desnudar el tempo acaecido entre mármoles interminables de senderos, pensando que así; su transitar se detendría entre mis brazos… Te abrace tantas veces y bese tu frente tantas otras… Así como siempre y desde entonces lo he hecho… Sentí en mi; el galopar de tu pecho, cayeron gotas de lluvias de nuestros ojos… Es inevitable el sentir que deja una despedida… Aunque sepas por dentro que nada será para siempre… La vida  es corta, nada es para siempre… por que  habita entre nosotros este gran lazo nos une…