Utopías que parecen no existir.
Mentiras que sí y que violan,
más osario aun es que me ultrajo.
Lo vergonzoso es que la mentira engaña
solo al ingenuo que las cree.
Lo que no fue me enseño a andar entre sollozos.
A maldecir a la noche por lo que nunca escribió.
Final que no llego porque un día la tinta se acabo.
Posdata que decía: fue tu culpa.
Me fui… el manto me cubrió y tan solo me dejaron ir,
ayer a quien el cuchillo quite, y por quien mis hojas gaste,
simplemente el libro cerro y mi vida arrumbo,
mi partida no llore, pero si la indolencia.
Distinto a aquel triste final,
el titulo augura un dichoso comenzar.
Letras que cantan en alegres versos
la melodía de este nuevo peregrinar.
Mi actuar marcha en la verdad,
junto a las dichas del día al caminar.
Sonrisas que tapizan mis hojas blancas
pulidas por el llanto de la mentira al borrar.
Un esbozo de aquello que hoy quiero ser
El duelo por el cual volví a nacer.
Mentiras que dicen existir.
Utopías que sí y que acarician.
Mas bendito aun es que me glorifica.
La verdad es que la existencia enaltece
Solo al valiente que las lucha.