!Tantos, tantos reproches!
tanta distancia que palabra no abarca.
Manos no tiene el tiempo pero ata
fuerte a la melancolía, así como la fruta
al gusano que la carcome... estás en mi corazón.
Hay perdones que se buscan, pero, acaso soy
culpable de éste ocaso que causa tu pensar?
Parece que en esa inefable pira del rosicler
del eter cremas este sentimiento
que llevo dentro.
A do escasa mia irán tus ojos, viendo qué parajes,
llorando qué alegrias, disfrutando qúé tristezas
estarás sin mi.
!Tantos, tantos sueños perdidos!
tanta lejanía sin un puente oral
que nos acerque.
Han crecido días por los caminos por do
cruzamos los almanaques, pero no han
borrado tu huellas en mis recuerdos
y aún hay tiempo para volver a vivir,
vuelve tus caricias a mi piel y deja
que mis besos siembren mariposas
en tu ser, que las saladas perlas derrapen
ilusiones hacia la eternidad.
Acaso no viste que en cada noche,
tu presencia daba encendidos leños
en mis sueños?
Acaso no fuí el creador de tus anhelos?
Entonces, deja ya los reproches y cruza
el abismo con el puente de tu presencia.