Dame luz, mi Señor; dame el entendimiento
No más agua, sí al viento, para hallar el amor;
Te lo ruego Señor, como del sentimiento
Arrancar el momento del intenso dolor.
La maldad sea ajena, ya no más la crueldad,
Cese la oscuridad, reine noche serena.
Llegue al fin la condena a un débil corazón,
Basta ya de prisión, rompe vieja cadena.
Libérame razón de mis vanos tormentos,
De los fatuos lamentos y la absurda obsesión;
Dame la reflexión, fuerza en los pensamientos,
Ya no más sufrimientos, sino paz y perdón;
Basta de tanta pena, ya no más necedad;
Guíame a tu verdad con esa voz serena;
De tu fe mi alma llena, de tu felicidad
Muéstrame tu bondad y esa tu luz suprema.
2
En el abismo de la soledad,
En el vacío de este gran desierto,
En la penumbra que constante encuentro,
Cuánto me anima aún poderte amar.
Con tu fuerza resistir, continuar
Por este mundo, de mentiras reino;
Vivo en paz, aunque dinero no tengo,
soy muy rico pues hallé tu verdad;
Y es que tu aliento sólo me mantiene,
Lleno de vida y bañado de sol;
Fuente de luz, gama que me convierte,
En un eterno devoto al amor…
Gran Creador, siempre vivo y silente,
Mi noche en día conviertes Mi Dios…