II
Te conozco porque adentro vas quemando
¡Cómo crece la vertiente con el paso de tu sombra!
Te he visto trenzando el soplo para un mástil trasnochado
Caes de mis manos líquida (pero sin sombra)
¿Pero entonces qué se precipita más allá de las cortinas
Si no es el aire en la acupuntura de tus brazos?
Y si encerrado no es el aire lo que va secando
¡Qué serás cuando adentro estoy llorando!
Porque adentro estás…
Líquida en mis manos
Y sólida…
Pero sin sombra