Y los atardeceres de mi vida
Cantando su adiós, con la música de la marcha
Hacia un final de la soledad de un día,
Con la melodía metódica de la alegría de tenerla
En mi retina.
Y como no decir, o hablar de ella como si
Fuera autentica, como si su perfume
De las flores de mi pueblo estuvieran todas en una
Sola reunidas.
Y para decir el adiós prominente a mi antiguo
Barrio comenzare por decir, que suele ser único
E irrepetible por hoy, para el resto de
Mi vida ligada por mis sueños a sus
Atardecer, a su plaza de almendros
Y a la ruptura de mi amor primero
Y a ella sujeta la formula de mi realidad
yaritsa
eduardo lhink