Tengo miedo de tu presencia
y me escondo en la oscuridad del nuevo sol,
tú me das el mundo
y yo me convierto en la ladrona de tu sonrisa.
Tengo miedo de no ser el cristal,
que necesitas para transparentar la verdad,
pero la mentira se atraviesa
y hago lo contrario a protegerte.
Tengo miedo a tu amor
y me aterra la idea de no ser lo que mereces.