Sueños de madrugadas pálidas
y de almohadas sufridas
es tu boca besándose con la mía,
tus ojos cercanos al extremo azul del espectro
y la crueldad ligera de una mordida.
en cada beso
se escribe el génesis de las aves
y luego en tus ojos el éxodo de su emigrar
temiendo el frió de ese azul invernal,
abres las alas y las acompañas
lejos de mi, dejándome sin compañía.
en el escolazo de sus besos
cubrí horizontes y le di estigma a mi vida,
cante cien soles y en su lengua bebí de la alegría.
mañana espero soñarte,
mañana espero abrir de nuevo la herida.