loropirolo

Carta dirigida a mí mismo.


Mi ánimo como una tele sin corriente,
un libro sin páginas, un amigo que solo miente,


Mi corazón demasiado grande, lleno de vacíos,
lleno de seres queridos que salieron para convertirse en alguien,


Mi verdad demasiado mentirosa, cree traerme felicidad,
y solo pincha cual tallo oscuro de negra rosa,


negra rosa que no sabe diferenciar
que se aman a las personas y se manipulan a las cosas

que si callas todo estalla
que si hablas tendrás alguien en contra,


en ocasiones la vida es demasiado cruel,
esperando en la cama de un extraño
que me sirvan de segundo plato amor en un burdel,


Chica, yo siempre te he sido fiel,
el fallo fué que nos queríamos tanto,
que el exceso de placer se convirtió en veneno,
o que solo fuí un loco que creyó llevarte a la torre de babel,
y solo te embargué con multas de tráfico
por conducir un coche sin frenos,


Me tuve que apartar de todos, incluso de yo mismo,
para encontrarme, tomándome un café con mis personalidades,
ninguna de ellas me identificada del todo,
todas querían odiarte,


Por último, a modo de despedida,
decir que siempre he creído en ti,
aunque muerta o viva a tu alma le pusieron recompensa,
posdata, esta carta va dirigida para mí, léela siempre que puedas,
en el corazón está la clave, pero no lo mires joder, no agaches nunca la cabeza.