Que triste se ve la casa
tu sombra ya no vislumbro
mirando con mucho tino
los espejo, las ventanas
si pudiera verte en ellos,
aunque sea tu espejismo.
Todo está en silencio
solo el crujir de la casa,
que estando tu, nunca pasa
al oído de mi conciencia
y hoy falto de tu presencia
se escucha en lo tremendo,
así me va consumiendo
el solo pensar en ti.
Si solo con tu esencia
la casa se ilumina,
tomando forma de vida
con el hecho de saber
que tu como otro ser
me das la razón debida
encontrandome a escondidas
rogando por tu presencia
y así acabar, al volver
con tu querida inocencia.