anam umbra

MADRUGADA

Te encontré… ayer, en otra vida…  

Me descubriste llorando a escondidas

y enjugaste mis lágrimas con tu sonrisa…

Te perdí… hoy, en esta vida… Crucé de vereda,

fui a la estación abandonada de la vida

y subí al tren o me subieron, no sé,

sin darme cuenta de que todavía había un todavía

y por mirar tus ojos me moría.