En las noches
teniendo en los brazos tu cuerpo.
cual grácil gacela perseguida,
huyes de las caricias de mis manos
vibrando ansiedades.
Esas ansias inocentes,
solo buscan agasajarse, palpando
tus ondulaciones, que provocadoras,
incendian mi esxistencia.
Sinuosas y atractivas
ansiosas de batallas fogosas.
Tus posaderas, ávidas están,
de ser cabalgadas.
Febrilmente
se incendian en llamaradas
huracanadas,
anhelosas de palpitantes ternuras
en sus íntimos recobecos.
Nuestros cuerpos
se mueven al ritmo del deseo, acordes al momento,
de sus exóticas pasiones.
Tus exhalaciones,
hácenme perder la conciencia
de hombre civilizado.
Ya que al estar entre tus muslos
el juicio pierdo.
bambam