Tienes algo cada vez que caminas,
que amarras mis ojos a tu figura,
algo que todos mis sentidos dominas,
un que sé yo que mi mente tortura.
Esa risa natural que sale de tí,
cautiva completamente mi atención,
es como si tuviera frente a mí,
ángeles entonando una canción.
Tus ojos son como piedras preciosas,
un espacio ambiguamente dócil dominante,
me dejan siempre la mente ansiosa,
debatiendo entre salvarme o rescatarte.
No sé si esto tenga alguna explicación,
tal vez me tienes los sesos enredados,
pero creo que la única lógica definición,
es que de tí estoy locamente enamorado.