Sí, el mundo se mueve como testigo.
Sí, tú eres quien le da nuestra firmeza
a la creación, con propia fortaleza
llena de la honradez como un amigo.
Sí, a la amistad no se le aparta y digo
que en la fraternidad de la grandeza
hay brío que se opone a la pobreza
de espíritu y la exime del castigo.
Y con nobleza muestra franca mano
y la extiende, y es quien siente y declara
que puede también caer como herido.
Al encontrar agravios en la cara
de las hipocresías, lo más sano
es la actitud de no verse ofendido.