Luis Rayo

No verse ofendido

Sí, el mundo se mueve como testigo.

Sí, tú eres quien le da nuestra firmeza

a la creación, con propia  fortaleza

llena de la honradez como un amigo.

 

Sí, a la amistad no se le aparta y digo

que en la fraternidad de la grandeza

hay brío que se opone a la pobreza

de espíritu y  la exime del castigo.

 

Y con nobleza muestra franca mano

y la extiende, y es quien siente y declara

que puede también caer como herido.

 

Al encontrar agravios en la cara

de las hipocresías, lo más sano

es la actitud de no verse ofendido.