Poeta del Silencio

HASTA QUE LA MUERTE ME ARREBATE

La línea de tu cuerpo escultural

Me llama al arte de amor

La imagen de princesa ha dormitado en los sueños

Tu cuerpo llama a mis sentidos pendientes de tu aroma

 

Es imposible dejar de amarte

Aunque hayas caído en lejanía

Tantos momentos erigidos como farol en la oscuridad

Donde el danzar de las olas es medido por los navíos

Donde los sueños enredaron los límites

Donde nuestros ojos intactos como un par de espejos

Cristalinos, sedientos y muy enamorados

Reflejan la impotencia de separarnos,

Nuestras huellas se han cruzado, juntas no paran de andar

Mis pasos sin los tuyos en el sendero holgado

Me cansaría de explicar miles y miles de veces

Porque no te dejaría en este velero navegante

Jamás te dejare de amar hasta que la muerte me arrebate.

 

Hasta que la muerte me arrebate

Eternos recuerdos fijos a tu ser

Tibios abrazos en las heladas constantes

Besos, pasos unidos, las risas extensas

El constante silencio del agua

Mojadas; las horas caminadas a tu encuentro,

Muchas empapadas de lluvia a causa del alivio al buscarte

El bronceado de nuestros cuerpos jamás volverá a reincidir.

 

Juntos hasta el fin del amor eterno

El granizo diluido en las tormentas

No ha de reprimir nuestro sentimiento

El sentimiento aferrado, adherido, desafiado

Desafiado ante la fuerza de gravedad

Intacto, firme, inamovible, firme andará

 

El día que marchite mi existencia

Quizás dejaría de quererte un poco

Aunque el recuerdo murió, seguirá patente

Décadas, siglos, milenios transcurrirán

Y el valor de este amor de oro

Tallada en las historias secretas

Contadas antes del dormir de nuestros hijos.