Lejos quedó una joven, que tanto iba con un chico o con una chica.María, esta muy segura de su sexualidad, actualmente. Su historia familiar, puede haber sopesado, en un momento. Sin embargo ya cuando se tiene un cuarto de siglo, no hay forma. No es, que no haya estado con un hombre. Si estuvo, pero en su relación con ellos, no le fue bien. No se siente cómoda.Su afinidad hacia las chicas, hoy día está muy definida y me alegra que sea así.El vaivén es más difícil,de sobrellevar, porque son mayores las decepciones.Y va confirmándose entre las amistades homosexuales, que son más auténticas.Puede ser muy social y provocadora, con el sexo opuesto, pero se ha convertido en un as de corazones en ese aspecto. No va dar más, de allí, no sale. No le teme a lo sociedad hipócrita, que discrimina.Milita en las marchas, para conseguir igualdad de derechos, entre las personas del mismo sexo.Es mi hija, la quiero más de la mía propia, así somos las madres.
No así su papá, que le fue sincero, diciéndole que su amor no había cambiado en nada, mas que no lo aprobaba.Fue honesto, creo que le pesa más el que dirán.
Las madres, nos sentimos orgullosas de nuestros hijos, los queremos más allá de la sexualidad, mientras que sean felices y vivan acordes a como sienten.No es necesario que lleven una doble vida, por la presión familiar o de la sociedad. Es muy triste, he conocido muchos casos de estos, que para no ser juzgados, adoptan hasta medidas extremas, entre ellas, la más cruel y abrupta y autodestructiva, que lo hacen para no dañar a los más allegados, sus progenitores e intentan matarse. A quienes salen airosos, por eso en este breve relato, quiero hacer llegar este pensamiento, que seamos sinceros y vivamos en autenticidad, el amor es siempre lo que debe primar