Tengo un amigo poeta
que vendió su alma,
sus musas y sus letras.
Tengo un amigo poeta
que le dio la espalda a la locura incierta
y sin más remedio
se dejó vencer por la ruina,
la realidad, la conciencia.
¡amigo poeta!
cuantos disgustos
en tu enfermedad bohemia,
¡amigo poeta!
¡compañero de guerra!
Me entristece el solo verte,
has tragado el cianuro
de esta realidad enferma.