Las cripticas palabras estan medio muertas,
no saben decir nada que conforte la memoria,
está abatida parte del alma y de las rimas,
aqueja el silencio con su duras secuelas.
El silvido del aire apenas atraviza la loza,
la misma que cubre con su pesada certeza
acallandolo todo, en esta silente morada,
donde sucumben los gestos y las carcajadas.
Duelen los granos de arena que se juntan,
y duele que siguen cayendo en mi reloj,
sepultando segundos y futuras caricias,
se enfrian los huesos y se seca la piel.
Los ojos indemes jamás parpadean,
pero ello recorren silluetas y grecas,
antes todas de nutridos colores
ahora solo de luces y sombras.
Siento que algo mis venas recorren,
pero no se dibujan arrugas de labios,
ni se oyen siquiera sonrisas de amores,
todo parece que duerme e indemne.
Y vuela muy densa la niebla que flota,
cuanta falta le hacen los ruidos a mi oído,
cuanta falta más las caricias a mi mano
y aquellos besos que extraño del pasado.
Creo estar dormido, pero ahora recuerdo
que no estoy vivo ni muerto solo pienso,
porque no siento como antes lo he sentido
creo tampoco estoy en el cielo o el infierno.
Y parece reconosco este suelo
en que ahora piso sus hojas secas
ni en el pasto se hunde a mis pies,
en densa humedad siquiera.
Creo logro mi mente y mi cuerpo,
alcanzar el estado de coma,
mañana el destina,igual el ayer,
será otra vez "Coma ? Solo Dios.