Baila, baila
princesa de vidas arrugadas
y ojos dulces
Danza al compás
de los aullos de la modernidad,
en esa, tu esquina,
tu hogar
Canta con la belleza de tus labios
ya gastados por la erosión de las horas
¿Es que nadie mas que yo
disfruta de ti, flor de añejas primaveras?
Como una bailarina
danzando en la esquina del olimpo,
embriagada en tu majestuosa locura.
¡Que importa el mundo si contigo no quiere danzar!
Y que más, por unas pocas monedas
que armonizan este frío andar,
que se, te sirven para danzar,
soñar, y tu poca razón, embriagar
Baila, baila
princesa de vidas arrugadas
y ojos dulces.
Haces más alegre mi simple y monótono andar.-