Cerrabas tus ojitos,
y tus manitas apretabas
mientras tu biberón tomabas.
De vez en cuando los abrías
devolviéndome la mirada
que yo de ti no desprendía
mientras te alimentaba.
Tu mirada y la mía
se quedaban extasiadas
por el amor que desprendían
cuando en mi regazo te estrechaba.
Se asían tus manitas a las mías
mientras yo las sujetaba
para no perder las caricias
que con tu candidez me regalabas.
Cuando tus deditos mi rostro buscaban,
me dejaba abrazar
mientras del calorcito de tu cuerpo disfrutaba
porque tanto era mi dicha
que no sabía si te tenía
o te soñaba.
No precisabas perfumes,
pues toda tú eras fragancia
que ha quedado en mi memoria
y en mi piel para siempre impregnada.
Autora: Escapitina: Luisa Lestón Celorio
Registrado- Tomo- CON MI PLUMA EN RISTRE-
18- 7- 2011