De sangre****
Cristóbal Rozzo
Pobre mujer que entre mentiras se rodea.
Su vida entera como un triste retrato.
Se pinta de colores para que nadie vea
Su verdadero color; víctima de maltrato.
Su cara, su vida, su alma, todas marcadas.
Sin embargo, te saluda con una sonrisa
Como quien dice “estas son heridas pasadas”,
Mientras que en sus ojos el dolor se divisa.
Desvelada en las noches, sola en su cama,
Piensa si a eso se le puede llamar vivir.
Se pregunta si en verdad su hombre la ama
Y si valdría la pena esperar y sufrir.
Durante la noche sus lágrimas silenciosas
Caen de sus ojos mientras duerme muy tranquila.
Caen en silencio y por demás cautelosas,
Pues por el día las encierra y las vigila.
Qué triste saber que esta mujer tan hermosa
No es querida, ni tan siquiera apreciada.
Me pesa ver escena tan vil y dolorosa.
Tan hermosa mujer, nunca ha sido amada.
Es preciso que al respecto se haga algo,
Pues no se puede permitir acto tan horrible.
Una mujer que vale mil veces lo que valgo,
Que vive junto a un cretino inservible.
¡No! ¡Ya no puedo aguantar este asunto más!
He decidido hacer lo que tú bien no puedes.
Lo haré por tu bien, mi querida, ya lo verás.
Y me haría bien si bendición me concedes.
Y así una noche oscura y sin luna
Perseguí al hombre que te causara tal dolor.
Fueron tres disparos que di sin pena alguna.
Ya no hay razón, mi querida, de tener temor.
Por ti lo hice y lo volvería a hacer
Todas las veces que esto fuera necesario.
Ahora cumpliré contento con mi deber;
Es pena de muerte, veredicto ordinario.
Ya no llores más y sé felíz, amada mía…
Que mi vida por la tuya es un justo trato,
Pues tú eres sangre de sangre; hermana mía,
Y por familia amada, sin pensarlo, mato…