Soledad,
¿con qué loco afán me persigues?
Soledad,
¿No te cansa, mi lucha por escaparme?
¿A ti rendirme, mi negativa no conmueve?
En verdad me has dado
momentos placenteros,
pero de estar sola, mi alma
se ha cansado;
vivir dentro de ti,
eso no espero,
pues mis ansias de escapar
como ave que ha estado presa,
emprende el vuelo
buscando un nuevo cielo.
Soledad,
ya no me busques;
soledad,
¡déjame en paz!,
que mi alma, te ha cerrado a ti la puerta
y aquí
entrar,
¡jamás!
NM de la Rosa
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