Horacio Dressler

Mesada

Sobre la tabla gastada

dueña de mil sueños

se apoyan sus brazos

cansados de entrega

Quién pudiera darte

lo que ya no tienes

la fuerza de la juventud

o los sueños que perdiste

Quién pudiera cobijarte

en un abrazo cálido

y hacerte sentir

que nada es tan malo

Pero tus sueños están rotos

y tus brazos cansados

Y en esta noche

de silencios trasnochados

yo siento que nada puedo

que mi silencio es torpe

y mis gritos acallados

son el espejo 

de tus brazos cansados

Cuándo te llevaste Vida

todo lo que añoro?

En esta noche 

de brazos cansados

y de gritos acallados

quiero intentar

mi último sueño

despertar en silencio...