Sobre la tabla gastada
dueña de mil sueños
se apoyan sus brazos
cansados de entrega
Quién pudiera darte
lo que ya no tienes
la fuerza de la juventud
o los sueños que perdiste
Quién pudiera cobijarte
en un abrazo cálido
y hacerte sentir
que nada es tan malo
Pero tus sueños están rotos
y tus brazos cansados
Y en esta noche
de silencios trasnochados
yo siento que nada puedo
que mi silencio es torpe
y mis gritos acallados
son el espejo
de tus brazos cansados
Cuándo te llevaste Vida
todo lo que añoro?
En esta noche
de brazos cansados
y de gritos acallados
quiero intentar
mi último sueño
despertar en silencio...