HERMINSON YULE RIASCOS

DECISIÓN

Problemas hay en todo hogar

¿que sería de la rosa sin espina?

En cualquier absurda esquina

podremos sin buscar encontrar

complicaciones, y si de amar

 se trata... oh pobre corazón

porqué le das un rincón

a quien no tiene cabida,

a quien joderá tu vida

con una peligrosa ilusión.

 

Ella salió de donde no la esperaba

como si estuviera agazapada

en medio de todo o de la nada,

pero, ahí, sonriente estaba.

Su blonda melena le daba

un aire fantástico e irreal,

es la perfecta, la ideal

aparición capaz de borrar

la tristeza con sólo mirar,

más, ¿será remedio para mi mal?

 

En la botica de su piel

hallé un mundo nuevo,

un sabor que cuando lo pruebo

y sin ser la dulce miel

que de modo peligroso e infiel

me dá aquella otra mujer,

esa que anhelo siempre tener,

sólo espero no hacerle daño

o crea que la engaño

con lo que jamás podrá ser.

 

Más, ahora poseo otro problema

de tan dificil manejo,

un sentimiento nuevo y otro viejo

que son hoy el tema

de mi soñar, aquel problema

que no he podido borrar

con otra forma de amar

y es que en estos brazos tersos

no hayo esos deseos perversos

de nunca de ese cielo bajar.

 

Pero, conozco su intento

por hacer mis sueños realidad,

por evitar esta terquedad

de este lóbrego sentimiento

que va en detrimento

de la cordura que se fué

y que revive donde esté

cada que ella aparece

y lo único que me apetece

es su beso del que me enamoré.

 

Bebo agua de dos ríos

el uno bravío y caudaloso

el otro manso y hermoso

y ambos danme extravíos

ya que en los sueños míos

quise un amor diferente

que fuese dulce aliciente

para llevar la vida en calma,

que no me asolara el alma

y que no destrozara mi mente.

 

Entonces pondré hoy en orden todo,

devolviendo la ajena

aunque me cause pena,

pero de ningún modo

seguiré maculando del ocre lodo

de la absurda traición

a quien es mi bendición,

ya que ella es sólo mia

y con la otra compartía

a ratos su traidor corazón.