Alcibiades

Soneto en fortuito hecho

Ya muere el ocaso en la titilante

luz de la noche. Me arropo de lobo,

mi paladar con vil tequila adobo.

Feroz caballero te es, vacilante.

 

Hoy me intriga tu embeleso distante,

háblame mi deseo es cierto y probo,

a pasar que aun, ni un beso te robo,

por qué te ruboriza en el instante.

 

Ven Eva, la ropa de Adán te enseño,

ya siento tus dos adorables pechos,

La miel de tus labios cual gotas brillan.

 

Repósate, hazme innegable este sueño,

hecho fortuito expresemos con hechos.

Tus ojos color cielo maravillan.

 

El señor de los fierros

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Aunque no te conozco, reposas en mi subconsciente, en forma de sueño para que me conozca me enseño…