Noel Cruzamor

La diosa de las nubes.

 

Tus cabellos rojos llegaron a mis pulmones

Cuando nadaba en la profunda muerte, 

Del fondo de las aguas salí disparado 

Todavía débil e inconsciente

 

No recobraba el sentido,

Soñando contigo,

Entre promesas y letras

Estaba perdido

 

La realidad se alejaba

Del mundo que me pintabas;

Cuando susurrabas «te cielo»

Se extendían mis alas

 

Llegué a volar en tus palabras, 

Estando encima de las nubes 

El mundo se me olvidaba

 

Cómo olvidar la tarde de primavera

Cuando miré tus ojos por vez primera; 

Tus cálidos ojos,  que me cruzaban, 

Se detenían y me abrigaban;

Después se volteaban vacilantes y vagos 

Para dejarme contemplar tus cabellos rebeldes; 

Que caían sin más formando unas discretas curvas

Que me invitaban a contemplar tu figura

 

No sé quién te diseño

Pero seguro te hizo a mi medida,

No hay un milímetro en tu piel

Que no le guste a mis ojos

 

No hay un tono en tu voz

Que no llene de gozo mis oídos

 

No hay un aroma en tu cuerpo

Que no se quede en mis pómulos

 

Mi boca sedienta se encuentra

Porque tus labios me llaman,

Pero aunque tenga sed

Tú ya no eres agua

 

Mis manos se secan

Porque les falta tu sudor, 

Les falta el rose, les falta vida

 

Y qué decir de tu cabeza

Una flor puede ser bella 

Pero no la cortas si no está abierta

 

Tu mente me intriga, me llena,

Quisiera ser una célula, y estar adentro,

Para brincar por tus sueños

Mi vida entera

 

Quisiera encontrarte otra vez

Porque aunque sé dónde estás,

Te siento cómo ausente, 

Si tú te encuentras un día,

Lleva en tu mente presente,

Que aquí está el dios del trueno,

El que proclamaste dueño,

De tus labios eternos


Autor: Noel Cruzamor