Muchos viven sin un amor,
no aman ni son amados.
Son los que tienen el alma muerta,
son como pétalos de rosas marchitas.
Hay quienes aman y son amados,
son los que en verdad viven,
son los dichosos de este Valle,
son los previlegiados de la vida.
La vida y la muerte,
son los extremos del amor.
Cuando se ama, en verdad se vive,
cuando no, se vive casi muerto.
No importa a quien ames,
pero siempre Ama a Dios.
No importa que no te amen,
porque Dios siempre te amará