Sabes que no sabes
que me tienes en tus palmas,
atizando la fogata
y hablándole de ti a quien pasa.
Sabes que no sabes
que tu eres la palabra,
la que con ternura escribo
y se adormece en mi garganta.
Sabes que no sabes
que tan sólo el recuerdo
de tu aliento
aún eriza la piel de mi espalda.
Sabes que no sabes
que habito en tu mirada
muy al norte en la distancia
lejanía que te consume y me mata.
Sabes que no sabes
que yo si te esperaba
sola ante ésa encrucijada
aquella mañana si, si te esperaba.
©Tizzia Holwin 2013
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México