Raul Gonzaga

A los hijos

Ahora que eres tú padre,

Que Dios te dio ese regalo,

Un hijo muy parecido

Al niño que has olvidado.

Ahora que ves de lejos

Aquellos yerros de antaño,

Los miras con cierta gracia

Y olvidas viejos regaños.

Ahora es en carne propia

El eco de aquellos cantos;

Espejos sin una mancha

De traumas, fallas, escándalos.

Y crecerán poco a poco,

Se enredarán como lazos;

Satisfarán fatuo orgullo

O te amarrarán las manos.

Y llorarás, cuando viejo,

Veas lo que has cosechado;

Aunque tú encuentras el bien

También hay penas y daños.

Y entre más quieras cambiar,

Nada podrá remediarlo,

Lo bueno crece en algunos

Y en otros todo lo malo.

Esa es la ley de la vida

Son nuestros hijos, hermanos

Que han retornado a este mundo

A señalar en qué erramos

Debes mostrar la nobleza

Misericordia y no palos,

Si tú condenas a tu hijo

Siempre seguirás llorando…

Sólo el amor frena el odio,

Sólo con fe transmutamos

En oro lo que es de plomo

En verdad, lo que es engaño…

No siembres ira, avaricia,

Falso interés despiadado;

Que reine la fortaleza,

Bondad, en lo que sembramos...