Llegué tarde a tu vida y tú a la mía.
Otoño y primavera.
Y yo creí que no te encontraría
Del camino a la vera.
Y fuiste tú, amor, el que me hallaste
Todo desconcertado.
Y con tu verbo de fuego provocaste
El fin de lo buscado.
Y desde entonces cántole a la vida
La canción más hermosa.
Para que sientas mi alma sumergida
En ti, flor primorosa.