Hoy quisiera
tus dedos escribiéndome historias en el pelo
y quisiera besos en la espalda
besos dulces, osados, detenidos, fríos y de fuego
Que me dijeras las más grandes verdades
o las más grandes mentiras
que me dijeras, por ejemplo
que soy la mujer más linda del mundo
que me querés mucho
cosas así
tan sencillas
tan repetidas
Que me delinearas el rostro.
Que te detuvieras con los ojos en mi anatomía amatoria
como si tu vida entera dependiera de que mis ojos y labios te sonrieran.
Que agitaras tus manos en mis espumas y mis ríos navegar
Cosas quiero de mujer que ama
como que andes mi cuerpo
camino sinuoso de humedades y médanos suaves;
que seas la primera lluvia del invierno
dejándote caer despacio
y luego en aguacero.
Que me derrames y derroches...
Cosas quiero como una gran ola de ternura
deshaciéndome, triturándome contra tu pecho.
Algo de eso ... frágil y desnudo
como entregarte mis labios
húmedos y hambrientos;
como darte de beber en mis labios
en mil besos robados y guardados en mi alma
solo por vos...
Algo quisiera de lo eterno
como que me amas...
que reconoces que el amor te salva y te eleva,
que no cede esa tortura del diario, cotidiano vivir
que te dejas llevar por la locura el resto de la vida; así! a las alturas!!
Y no sólo sino amado!!
Dios, ¿acaso deliro?
Posiblemente... no hay eco ...
no hay beso...
Dame tu cruz entonces y tus clavos
No su ausencia.
Oh Señor! Arrebátame el alma!